A un día de que se anuncie el nuevo Real Decreto sobre la reforma financiera, el banco malo sigue siendo la gran incógnita de la nueva regulación, ya que las entidades española todavía no han recibido oficialmente el nuevo texto.
En el nuevo borrador del Real Decreto que el Gobierno español ha enviado a Bruselas sólo hay un par de párrafos sobre el instrumento con el que se pretende dar carpetazo al problema inmobiliario de la banca. Se indica que este banco será una sociedad anónima y gozará de amplios poderes, entre ellos, lo de emitir deuda sin límites.
Sin embargo, según comentaban ayer varias fuentes bancarias, sigue sin aclararse el principal problema: la valoración de los activos. Según el borrador del Real Decreto, el Banco de España será quien finalmente tenga la última palabra sobre el precio del traspaso de cada activo. Además, el banco malo podrá vender los inmuebles y los créditos al precio que considere oportuno, sin contar con la valoración de un experto independiente.
En el sector matizan que, con toda probabilidad, se mantiene la idea de llevar a cabo una primera valoración externa (que debería realizar Oliver Wyman, según adelantó Expansión el pasado 27 de agosto). Pero el “Banco de España se reserva la posibilidad de decir la última palabra”, opinan desde un banco. Otro experto augura que la consultora externa indicará el marco general en el que tienen que fijarse las valoraciones, pero será el regulador quien la aplique a cada activo.
A este respecto, varias entidades aseguraban ayer que ya están a punto de entregar al Banco de España la clasificación exacta de sus activos inmobiliarios, sobre la base de la Circular que el regulador les envió el pasado julio para esquematizar el registro de este patrimonio, con el objetivo de facilitar la labor de traspaso al banco malo.