Citi ha fijado su objetivo de financiación medioambiental hasta 2025 a nivel global en 250.000 millones de dólares (unos 212.600 millones de euros), según recoge su Estrategia de progreso sostenible a cinco años presentada este miércoles.
La estrategia del banco para acelerar la transición a una economía con bajas emisiones de carbono se basa en el anterior objetivo de Citi de 100.000 millones de dólares (unos 85.000 millones de euros) anunciado en 2015 y que se completó el año pasado, más de cuatro años antes de lo previsto.
La nueva estrategia, integrada en el marco de la política social y medioambiental de Citi, se centrará en la transición hacia una estrategia de bajas emisiones de carbono, el riesgo climático y las operaciones sostenibles.
«Queremos ser un banco líder en impulsar la transición a una economía de bajas emisiones de carbono, que prevemos se acelerará a medida que las empresas de todo tipo se orienten hacia un futuro más sostenible», ha asegurado el consejero delegado de Citi, Michael Corbat.
En concreto, Citi pretende financiar en materia de energía renovable, tecnología limpia, calidad y conservación del agua, transporte sostenible, edificios ecológicos, eficiencia energética, economía circular y agricultura y uso sostenible de la tierra.
Asimismo, el banco llevará a cabo una medición, gestión y reducción del riesgo climático y el impacto de su cartera de clientes, por lo que seguirá probando la resiliencia de sus carteras de préstamos a los riesgos de la transición y los riesgos físicos relacionados con el cambio climático.
El banco comenzará a nivel global a medir el impacto climático de sus propias carteras y su potencial alineamiento con escenarios de calentamiento de 1,5 y 2 grados centígrados.
Citi también se ha unido a la Alianza para la contabilidad de emisiones de carbono (PCAF), un marco global para que las entidades financieras midan y divulguen las emisiones de las carteras de préstamos y creen una norma global de contabilización del carbono para las entidades financieras.
En lo relativo a las operaciones sostenibles, la estrategia incluye objetivos de la huella operativa centrados en las emisiones, la energía, el agua, la reducción de residuos y en soluciones de construcción sostenible.
«La ciencia climática exige que las emisiones globales de CO2 se hayan reducido en un 45% en 2030, Citi está acelerando ese plazo con un objetivo de reducción del 45% de las emisiones de CO2 en 2025», ha sostenido la entidad.
Además, Citi espera cumplir con su objetivo de abastecerse de electricidad 100 % renovable para alimentar las instalaciones a nivel mundial antes de finales de 2020.