BBVA Research ha empeorado esta semana sus estimaciones sobre el crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de Argentina, proyectando una caída del 2,5% frente al 0,5% que calculaba el pasado mes de diciembre.
Esta revisión a la baja obedece, entre otros motivos, a la persistencia de desequilibrios macroeconómicos y al impacto que tendrá la sequía «más importante de la historia» sobre la actividad agrícola. En concreto, la producción de los principales cultivos podría ser un 35% inferior en relación con el año anterior.
En el año 2022 el PIB de Argentina creció un 5,2%, impulsado por un desempeño positivo de casi todos los sectores de actividad, con excepción de agricultura, ganadería, caza y silvicultura, que descendió un 4,1%. A su vez, en lo que se refiere al cuarto trimestre, el PIB aumentó un 1,9% en comparación con el mismo período del año anterior, aunque muestra una contracción del 1,5% frente a la cifra del tercer trimestre de 2022.
En este escenario, cumplir con la meta fiscal del Fondo Monetario Internacional (FMI) será «más desafiante» este año, ya que la sequía restará al menos un 0,5% del PIB de recaudación.
La aceleración de la inflación en enero y febrero se mantendrá a lo largo de todo el año en Argentina, con cifras en torno al 6% mensual. En la misma línea, los precios treparán al 105% interanual en 2023, mientras que podrían subir al 115% en 2024.
Argentina superó los tres dígitos de inflación el pasado mes de enero, cuando la cifra se elevó hasta el 102,5% interanual, cuatro puntos por encima del dato de enero, que fue del 98,8%. Estas tasas, según BBVA Research, ilustran la solidez del fenómeno inflacionario en el país.