Bankinter ha publicado el informe ‘CFO Front Line Report‘ del cual se extra que el 62% de los directores financieros considera que sus departamentos han ganado importancia en los últimos años y ahora tienen un carácter más estratégico en las empresas, especialmente en compañías de sectores como construcción y servicios, mientras que continuarían con una posición más técnica en el sector comercial.
Para elaborar el informe, el banco ha realizado entrevistas a directores financieros de empresas españolas que facturan entre cinco y 50 millones de euros de los sectores de distribución farmacéutica, construcción, industria ganadera, industria alimentaria, energías renovables, servicios profesionales y sector inmobiliario. Además, se han llevado a cabo 115 encuestas telefónicas a directivos con este cargo.
Este informe resalta cuestiones como la digitalización, que ha sido uno de los grandes cambios que ha impactado en el pasado reciente en los departamentos de dirección financiera, según la respuesta del 69% de los directivos preguntados.
En este sentido, estos profesionales señalan que existe una mayor dependencia tecnológica de estas áreas, más acusada en empresas de más de 50 empleados y, sobre todo, en las de más de 100 empleados.
En cuanto al futuro de la profesión y sus funciones, más de la mitad, el 51% cree que se avecinan grandes cambios. En este contexto, el informe apunta, asimismo, cuáles son las principales preocupaciones de aquellos directores financieros cuyo rol es estratégico en las empresas.
Por orden, la principal de ellas sería la información y las previsiones procedentes desde otros departamentos de la empresa que afectarían a sus objetivos y funciones. A ello se une la preocupación por la propia formación, la legislación financiera y contable, pero también la relación con el consejero delegado de su compañía y los recursos tecnológicos del departamento.
Como conclusión del informe, a partir de las respuestas cosechadas, se apuntan varios rasgos que definen al director financiero del futuro, y que serían la participación directa en la estrategia de la empresa, una mayor colaboración con otras áreas de la compañía, equipos de trabajo con alto nivel de analítica, digitalización y automatización, decisión sobre el perfil tecnológico de la empresa, etc.