El mercado europeo de titulizaciones, vital para que el flujo del crédito vuelva a correr por las arterias del sistema financiero y llegue hasta la economía real, está en su peor momento. Al menos, así lo aseguran los bancos y así lo demuestra el interés que instituciones como el Comité de Basilea, el Banco Central Europeo (BCE), la Autoridad Bancaria Europea (EBA), el Banco de Inglaterra o la Comisión Europea (CE) están poniendo en buscar una solución a esta situación.
Este conjunto de organismos y entidades ha acordado la creación de una etiqueta de calidad que identifique las mejores titulizaciones, y permita la instalación de un mercado líquido, activo y lo más seguro posible para que las emisiones que respondan a esas características recuperen el pulso. BBVA es un firme defensor de esta etiqueta.
La entidad presidida por Francisco González así lo ha reconocido públicamente, en su respuesta a la consulta pública lanzada por la EBA para ayudar a la Comisión Europea a definir los criterios para una etiqueta que agrupe las titulizaciones “sencillas, estandarizadas y transparentes”.
“Estamos plenamente de acuerdo con la iniciativa de la Comisión Europea de diferenciar las titulizaciones de alta calidad y de revisar su trato regulatorio para adaptarlo a sus características (…) Creemos que será positivo para la economía europea y que podrá beneficiarse de la reactivación de un mercado para productos menos complejos. Puede producir beneficios claros en la economía real”, asegura la entidad española.
BBVA ha aprovechado para hacer sus peticiones; entre ellas, que titulizaciones que consigan el sello de calidad obtengan un mejor trato en forma de menores requerimientos de capital. La segunda, que las agencias de ráting queden al margen del proceso.
BBVA, el único banco español que ha respondido de forma pública a la consulta, asegura que los requerimientos de capital deben ser “inferiores” para las titulizaciones de alta calidad, habida cuenta de la reducción de riesgos que introducen.