La Comisión del Mercado de Valores (SEC) de EE.UU. ha solicitado a JP Morgan Chase que le envíe todas las comunicaciones efectuadas con 35 altos cargos del Gobierno de China, según han señalado los diarios The Wall Street Journal y Financial Times.
Fuentes cercanas a la investigación han confirmado a estos diarios que las autoridades estadounidenses están tratando de aclarar las prácticas efectuadas por el banco en materia de contratación, ya que tienen serias sospechas de que el Gobierno chino coaccionó a la entidad para que contratase a conocidos y familiares directos de los dirigentes.
Wang Qishan, encargado del Partido Comunista (PCCh) para la lucha contra la corrupción, sería la personalidad más importante dentro de la lista enviada por la SEC a JP Morgan, ya que es uno de los miembros más poderosos del Gobierno chino.
Financial Times señala que Wang es considerado “el segundo hombre más poderoso de China”, después del Presidente Xi Jinping, por su papel al frente de la campaña anticorrupción que lleva a cabo en el partido comunista.
Uno de los casos investigados por Estados Unidos en relación a JP Morgan es la contratación del hijo de Gao Hucheng, ministro de Comercio de China, quien según las conversaciones sostenidas por correo electrónico entre JP Morgan y Gao “se ofreció a ayudar al banco si éste garantizaba el empleo a su hijo”.
Los dos medios de comunicación han destacado los nuevos problemas que pueden surgir en la relación bilateral entre Washington y Pekín por la petición de la SEC, que se encuentran en un punto álgido por las recientes disputas surgidas en el mar de China.
Además de a JP Morgan Chase, Estados Unidos está investigando prácticas similares en China por parte de otros grandes bancos, como Citigroup, Goldman Sachs, Morgan Stanley y Bank of New York Mellon.