BBVA ha cumplido, con antelación, con el objetivo de comercialización de su tarjeta Aqua.
En apenas nueve meses, la entidad financiera ha colocado más de 1,2 millones de unidades entre sus clientes en nuestro país, cuando el propósito era alcanzar el millón en dos años.
De acuerdo a los datos que ha publicado BBVA, a finales de agosto había emitido 1,258 millones de tarjetas, de las cuales 630.382 son de crédito; 564.873 de débito; y 63.730 de prepago.
Tal es la acogida de este producto, que, de las nuevas altas, Aqua se ha convertido en las más demandada por sus clientes, con un 68,2% del total de plásticos contratados. En cuatro meses, casi ha duplicado su colocación.
Esta tarjeta se caracteriza porque no cuenta con números, ni fecha de caducidad impresa, y el código de verificación (CVV) es dinámico, es decir, que para cada compra se utiliza uno distinto, lo que permite reforzar la seguridad y previene de posibles usos fraudulentos.
Gracias al éxito que ha tenido en España y la estrategia de ofrecer los mismos productos en todos los mercados, BBVA ha puesto a disposición estas tarjetas en los diferentes países de América Latina.
En México, la filial de BBVA ha comenzado a comercializar una tarjeta sin numeración para los nuevos clientes y su objetivo es ir sustituyendo por estos plásticos los que vayan caducando en el momento de la renovación. Además, ha establecido el código dinámico y a finales de año llegarán las tarjetas limpias de datos a excepción del nombre y apellidos.
En Colombia, el banco mantiene de momento el número y la fecha de caducidad, pero ha sustituido el CVV impreso en la tarjeta por uno dinámico que el cliente debe consultar en la aplicación móvil.
BBVA ha explicado que «la rapidez en cuanto a la implantación de estas funcionalidades en los países tiene presencia ha sido posible gracias a la reutilización y evolución de software, componentes y desarrollos, una estrategia que le permite ir de lo global a lo local, y viceversa, con más eficacia, aprovechando aprendizajes de manera conjunta».