Abanca ha comprado la filial portuguesa de Deutsche Bank, lo que le permite aumentar su volumen de negocio minorista en 6.500 millones de euros.
El importe de la compra aún no se ha dado a conocer por ninguna de las dos partes.
De acuerdo a lo que ha indicado la entidad en un comunicado a la CNMV, esta operación está en línea con su estrategia internacional de crecer en los mercados y segmentos complementarios a su proyecto.
La red comercial adquirida por Abanca cuenta con 41 centros localizados en su mayoría en las áreas de Lisboa y Oporto. Entre ellas hay cuatro centros de inversión y dos oficinas de banca privada.
Deutsche Bank Portugal posee una cartera crediticia bruta de 2.400 millones de euros, 1.000 millones de euros en depósitos y 3.100 millones de euros fuera de balance, por lo que su volumen de negocio se eleva a los 6.500 millones.
La plantilla en Portugal está conformada por por 330 empleados y 100 agentes comerciales que atienden a 50.000 clientes.
Se prevé que el calendario de la operación de compra culmine en el primer semestre del 2019, una vez que se obtengan todas las autorizaciones pertinentes y cuando concluya la integración tecnológica, que se dirigirá desde A Coruña.
La entidad financiera ha explicado en una nota que «Abanca aumenta su negocio internacional y gana presencia en el segmento de banca personal y privada, áreas en las que Deutsche Bank PCC Portugal está especializado. Además, Deutsche Bank y Abanca mantendrán en el futuro colaboración comercial en Portugal». Según sus cálculos, la compra permitirá a Abanca mejorar un 5% su margen de intereses y un 20% los ingresos por comisiones.
Abanca está formando una gran área de negocio en todo el noroeste peninsular, ya que es la mayor entidad en Galicia, la segunda en Asturias y León, y ahora toma el tamaño de un banco mediano en el norte de Portugal, un territorio en el que el grupo financiero tiene intereses empresariales gracias a su participación, por ejemplo, en sectores de alimentación como bodegas de vino.