Según fuentes financieras, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) desea evitar que la subasta de Catalunya Banc quede desierta, y para ello podría ofrecer incluso ventajas fiscales.
Las fuentes confirman una «falta» de apetito en la banca con un interés inicial en hacerse con la antigua caja catalana. Unas dudas que se acrecentaron con el afloramiento de unos 3.000 millones en préstamos inmobiliarios mal clasificados.
No obstante, desde la entidad aseguran que existen entidades «interesadas» en la puja que se prevé que culmine en el primer trimestre de este año, según ha explicado un portavoz de Catalunya Banc, que ha negado préstamos no bien contabilizados.
Ahora, tras finalizar el período de evaluación pormenorizada de las cuentas de la entidad nacionalizada, el conocido proceso como ‘due dilingence’, la banca tendrá que decidir si presenta o no ofertas no vinculantes. El plazo para ello expira este jueves 28 de febrero.
Desde el sector se considera que la fase de ofertas firmes no difiera «en exceso» de la inicial, habida cuenta de que las entidades han analizado los números de la nacionalizada desde que se decidió reanudar la subasta. «No habrá mucho cambio. Las ofertas no vinculantes serán las que se transformen en firmes», han explicado.
El mercado da por hecho que Santander y BBVA pujarán por Catalunya Banc, si bien consideran que será la entidad presidida por Emilio Botín la que apueste con más firmeza según avance el proceso de venta. Existen dudas sobre si Sabadell, Popular y algún fondo de inversión que se interesaron en el primer intento de subasta sigan apostando por Catalunya Banc.
Las entidades interesadas en el banco catalán piden ayuda para su integración, ya que no se ha previsto ningún mecanismo de Esquema de Protección de Activos (EPA), utilizado en otras subastas. Catalunya Banc recibió 9.084 millones de las ayudas de Bruselas a la banca liberada.