El Grupo Kutxabank ha obtenido un beneficio neto consolidado de 230,8 millones de euros en el tercer trimestre del año, un 21,3% más respecto al mismo periodo de 2016.
Hasta septiembre, el grupo bancario ha aplicado su «tradicional política de máxima prudencia» en provisiones y saneamientos, apartado al que ha destinado 385,3 millones, duplicando el importe del año pasado.
La entidad vasca ha explicado que, si bien se perciben «claros síntomas de mejora» de la situación económica, el «complicado entorno» en los tipos de interés de referencia, ha sido «un factor persistentemente adverso» para el negocio. Por ello, han destacado la evolución «positiva» de los principales márgenes de Kutxabank.
Los directivos del banco han señalado que ha sido «determinante» el «buen ritmo» en la contratación de nuevos productos financieros, principalmente préstamos hipotecarios, préstamos al consumo y financiación a empresas, así como la aportación del negocio asegurador y la evolución de los recursos de clientes.
El resultado de las participaciones se ha elevado un 94% y se ha colocado en 291 millones, a pesar del recorte de los ingresos por dividendos derivado precisamente de las desinversiones.
Al cierre del mes de septiembre, la contratación de nuevos préstamos hipotecarios ha superado la media del mercado, con un crecimiento del 18%. Los préstamos al consumo han avanzado un 25% y el Crédito Comercio un 52%.
El volumen de negocio ha aumentado un 2,9% en este período, superando los 102.280 millones: los recursos gestionados en la red de negocio avanzaron un 5,7%, hasta alcanzar los 56.983 millones; mientras que la inversión crediticia creció un 0,9% gracias a la tendencia alcista de la nueva financiación.
En relación a la tasa de morosidad, Kutxabank ha indicado que es del 5,46%, 170 puntos básicos menor que hace un año, y la Solvencia total se ha situado en el 15,3%.