Standard & Poor’s ha asignado la calificación ‘BB-‘, conocido como bono basura, a la deuda a largo plazo de NGB, entidad presidida por José María Castellano. Además, ha asignado una nota de ‘B’ para la deuda a corto plazo de NGB, al tiempo que pronostica una «perspectiva negativa» para la entidad bancaria.
Según argumenta Standard & Poor’s, su evaluación tiene en cuenta la «posición más débil de negocio del banco» y los desafíos que afronta con su reestructuración, que «no serán fáciles».
En concreto, los retos que tendrá que acometer NGB en este proceso son el de la reorientación estratégica, la reducción de su capacidad de operaciones y la reducción «agresiva» de sus operaciones fuera de su región principal, Galicia.
Sobre la terminación del plan, Standard & Poor’s sostiene que el banco «funcionará casi exclusivamente en Galicia», con una «concentración significativa regional de ingresos comparados con otras instituciones financieras domésticas que funcionan en España».
Sin embargo, apunta que NGB «tiene una posición sana de mercado en la región», con las cuotas de mercado del 44 por ciento en depósitos y el 34% en préstamos. Además, añade que ve la posición de negocio del banco como «moderada».
El pasado mes de febrero, NGB y los sindicatos CCOO, UGT y Csica llegaron a un acuerdo definitivo sobre el expediente de regulación de empleo (ERE), que afectará a 1.850 trabajadores de la entidad.
Desde que la creación en 2010 del grupo financiero, surgido de la fusión de Caixa Galicia y Caixanova, ha recibido un total de 9.052 millones de euros en ayudas públicas, incluidos los fondos procedentes de Bruselas para el rescate bancario español.