Standard & Poor’s (S&P) ha elevado la perspectiva de Abanca de ‘estable’ a ‘positiva’, por el fortalecimiento de su perfil empresarial y la disminución de riesgos, y al mismo tiempo, ha ratificado su nota ‘B+/B’ en la emisión a largo y corto plazo del banco.
S&P, a través de un comunicado de prensa, traslada su creencia de que Abanca está «progresando» al implementar su plan empresarial, y cree que el documento estratégico para el periodo 2015-2017 está obteniendo sus frutos.
S&P señala, entre otras cuestiones, al aumento del volumen en su mercado doméstico y en concreto apunta que en Galicia la entidad acapara el 30% de los préstamos concedidos y el 40% de los depósitos, aún siendo cifras todavía bajas respecto a los niveles «precrisis».
También está creciendo entre las pymes y el segmento de consumo, lo que permite que su libro de préstamos se oriente «gradualmente» a segmentos más lucrativos de hipotecas.
Además, S&P señala que los riesgos económicos en España podrían reducirse, lo cual «ayudaría a fortalecer el capital de Abanca y su capacidad de absorber pérdidas inesperadas».
Los volúmenes más altos podrían ayudar a soportar una mejora leve de los ingresos de Abanca cuando las tasas de interés sean bajas, lo cual S&P considera «todavía un reto clave» para los responsables de la entidad financiera.
Así, señala que Abanca carece de suficientes volúmenes empresariales en la actualidad para generar ingresos recurrentes para cubrir sus gastos operativos.
A pesar de las «mejoras probables», la eficacia será «una debilidad clave» en términos absolutos y la previsión de la compañía de ‘rating’ es que los gastos operativos todavía representarán «aproximadamente el 90% de los ingresos operativos» a finales de 2017.
Por otra parte, advierte de que podría revisar su perspectiva de nuevo a ‘estable’ si los riesgos económicos en España no bajan, o si Abanca tuviese dificultades, entre otros aspectos, en financiar su creciente cartera de préstamos con fuentes de financiación estables.