La Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas) señala en un artículo de su último número de ‘Cuadernos de Información Económica’ que España es el país de la UE con mayor porcentaje de impuestos en manos regionales.
Según el artículo, escrito por Santiago Lago, España es el país más descentralizado de la UE en cuanto a tributación efectiva y el quinto a nivel mundial, por detrás de Canadá, Suiza, Estados Unidos y Australia.
Aunque el autor considera que “ya no es una urgencia avanzar en la descentralización tributaria en España”, sí considera que hay retos pendientes como “endurecer la llamada ‘restricción presupuestaria blanda’”, y señala que en la mayoría de reformas del sistema de financiación autonómica, “las comunidades autónomas han visto aumentar sus recursos sin tener que subir impuestos y asumir el coste político correspondiente”.
Asimismo, también aboga por “ajustar” la mayoría de los tributos cedidos, “aumentando el grado de responsabilidad fiscal de las comunidades autónomas y estableciendo una relación más directa entre las decisiones de los gobiernos regionales y su efecto sobre los contribuyentes y las propias arcas autonómicas”.
Por otro lado, también propone “encajar los tributos propios en el área medioambiental en una reforma fiscal verde del sistema fiscal español”, así como “ajustes finos” en impuestos cedidos como el IVA, el IRPF.
Además, en lo referente a los impuestos de Patrimonio y el de Sucesiones, el autor aboga por mantenerlos y, o bien recentralizarlos o bien establecer un suelo de tributación a escala estatal que frente “la actual competencia fiscal nociva”.
Días atrás, Funcas informó que la economía española crecerá un 2,2% en 2019, una décima menos de lo que se había previsto este julio, según las previsiones elaboradas por el panel bimensual publicado por el think tank Funcas.
Estos pronósticos, que son una media de las ofrecidas por 19 servicios de análisis económicos entre los que se encuentran los servicios de estudio de entidades financieras, energéticas y consultoras, son idénticos a los realizados el pasado abril por el Gobierno y en mayo por la OCDE.
Tanto el Banco de España como el FMI tuvieron un cálculo más optimista este verano, cuando estimaron un crecimiento del 2,4% y el 2,3% respectivamente.
Las previsiones se realizaron durante este verano antes de conocerse el impacto de las turbulencias internacionales por el recrudecimiento de la guerra comercial entre EE UU y China, la crisis en Alemania y Reino Unido y las tensiones políticas en Hong Kong. Las proyecciones de Funcas llegan justo el día que el Instituto Nacional de Estadística ha presentado sus correcciones sobre el crecimiento de años anteriores y una nueva revisión a la baja de las mediciones de 2019.