HSBC ha indicado que el Gobierno chino tiene un amplio margen para impulsar el crecimiento económico del país recurriendo a estímulos fiscales y monetarios, en contra de los temores despertados por el gigante asiático a raíz de las devaluaciones del yuan y sus pobres datos de actividad industrial.
«Los legisladores chinos tiene aún suficiente munición tanto en el frente monetario como en el fiscal», afirmaron los analistas de HSBC Qu Hongbin, economista jefe del banco en China, y Julia Wang, a través de un comunicado de prensa.
«El mercado está preocupado por muchas cosas, pero que se le agoten las opciones a China no debería ser una de ellas», aseguraron Qu y Wang.
Los expertos del grupo bancario británico pronosticaron que el banco central chino recortará 25 puntos básicos los tipos de interés de referencia y 200 puntos básicos el coeficiente de caja -el dinero que los bancos no pueden prestar- en la segunda mitad del año.
De igual forma, los analistas anticiparon un incremento del gasto público por parte de las autoridades chinas para apoyar el crecimiento, debido a que China llegó a julio con superávit y al permitir a las administraciones locales la emisión directa de bonos de deuda se han abierto nuevas vías de financiación.
«Tanto los bancos de políticas como el mercado de bonos son capaces de jugar un rol de mayor apoyo al crecimiento, al conectar la liquidez disponible con las inversiones económicamente útiles», señalaron los analistas.
Por todo ello, HSBC mantiene su previsión de crecimiento para China en el 7,1 % para 2015, por encima incluso del dato registrado por la segunda economía mundial en la primera mitad del año, 7 %, que es también el objetivo del Gobierno.