La Reserva Federal de Estados Unidos ha mostrado su preocupación por el «banco malo» de Deutsche Bank.
Los reguladores de Estados Unidos han pedido a los altos ejecutivos de Deutsche Bank que expliquen sus propuestas de «banco malo» ante la preocupación por el impacto que pueden tener las operaciones en el país.
Las autoridades de la Fed han hablado en los últimos días con importantes figuras del banco alemán para solicitarles más detalles sobre sus planes, que forman parte de su estrategia de alejamiento de la banca de inversión.
Deutsche tiene previsto reducir o cerrar grandes partes de sus operaciones de trading fuera de Europa continental.
Aunque todavía no se ha decidido sobre el tamaño del banco malo, los ejecutivos están considerando colocar en él activos por valor de hasta 50.000 millones de euros. Fuentes del banco han dicho que es probable que la nueva estrategia se traduzca en una reducción significativa de su negocio estadounidense.
Fuentes cercanas a la Fed mostraron su preocupación cuando tuvieron conocimiento de la estrategia, debido a la incertidumbre que rodea a la cartera estadounidense de la compañía.
Además, han dicho que «hay muchos rumores en torno a la escala de los recortes que va a hacer el banco. La Fed necesita que Fráncfort le diga cómo va a cambiar esto sus operaciones en Estados Unidos».
La filial estadounidense del banco no puede realizar pagos a la matriz en Alemania si no obtiene el permiso por parte de la Fed, tras suspender sus test de estrés el año pasado, por lo que el regulador ha definido como «deficiencias generalizadas y críticas» en su planificación del capital.
La entidad financiera acaba de pasar la primera ronda de las pruebas de solvencia de este año, pero no será hasta después de la segunda ronda que podrá saber si se liberará o no de esas restricciones.