El banco británico HSBC está siendo investigado por presunto lavado de dinero. El paso dado por el Senado de EEUU es uno de los últimos en su carrera por detener los flujos de dinero negro entre los bancos globales.
El subcomité del Senado, encargado de este tipo de investigaciones, tiene fama de haber conducido audiencias que han acabado por avergonzar a los mayores bancos del mundo.
Hasta ahora, una de las acciones sancionadas en varios bancos tiene que ver con las transacciones financieras a favor de países que apoyan abiertamente el terrorismo, a autoridades extranjeras corruptas, a narcotraficantes y a otros criminales.
Desde 2008, bancos europeos y estadounidenses han pagado más de 1.200 millones de dólares en multas por supuesta violación de las regulaciones contra el lavado de dinero.
Todavía se desconocen las pruebas exactas que tiene el Senado para acusar al HSBC. No obstante, podría tener que ver con las citadas prácticas de lavado de dinero.
«Estamos dialogando con las autoridades sobre temas relacionados con la regulación y su cumplimiento. La naturaleza de estas discusiones es confidencial; en todos los casos, estamos cooperando», ha destacado un portavoz del citado banco. Desde el subcomité del Senado no se han realizado comentarios al respecto.
A principios de este mes, el HSBC nombró jefe legal a Stuart Levey, antiguo miembro del Departamento del Tesoro, en un intento de mostrar que se estaban implicando en las iniciativas contra el dinero negro.
El jefe ejecutivo del mencionado banco británico, Stuart Gulliver, afirmó al respecto que la experiencia de Levey «a la hora de lidiar con temas legales y financieros de caracter internacional es muy relevante para bancos globales como el HSBC«.
Entre 2003 y 2010, dos reguladores de bancos mostraron su preocupación sobre los sistemas antilavado de dinero de este banco y, por eso, ordenó que los mejorase.
Sin embargo, hace un par de años comenzó a ser investigado por el Departamento de Justicia. En noviembre de 2011 se incrementaron las acusaciones realizadas por el Senado y por la SEC (Securities and Exchange Comission).
Las operaciones del HSBC en Norteamérica, que incluyen al Banco HSBC de EEUU, entre otros, suponen el 5% de los beneficios de la entidad británica.