Intesa Sanpaolo, el mayor banco minorista de Italia, ha anunciado que confía reducir sus gastos de personal en unos 675 millones de euros anuales a partir de 2021, gracias a la salida de unos 9.000 trabajadores mediante bajas voluntarias.
La entidad tomará esta medida después de haber adquirido en junio parte de los activos de Banca Popolare di Vicenza y Veneto Banca.
Este jueves, Intesa ha alcanzado un acuerdo con los sindicatos que estipula que Intesa Sanpaolo aceptará todas las solicitudes de bajas voluntarias recibidas en el marco del programa de Asignación Solidaria y que rondan las 7.500 peticiones.
Asimismo, la entidad se ha comprometido a formalizar 1.000 contratos indefinidos, así como ofrecer contratos a tiempo parcial a otras 500 personas.
Por lo tanto, el plan de bajas voluntarias afectará a unas 9.000 personas, incluyendo 1.500 de Intesa Sanpaolo Group que cumplirán los requisitos para jubilarse a 31 de diciembre de 2018, 1.000 de los bancos del Veneto y otras 3.000 de Intesa Sanpaolo Group bajo el programa de Asignación Solidaria para el 30 de junio de 2019, así como a otras 3.500 personas de Intesa Sanpaolo Group bajo el mismo programa para el 30 de junio de 2020.
«Tras el acuerdo suscrito hoy, el ahorro conjunto en gastos de personal rondará los 675 millones de euros anuales», indicó la entidad.
Esta misma semana, la Comisión Europea ha reclamado al Gobierno italiano que recupere 84 millones de euros en ayudas ilegales al grupo siderúrgico Ilva, tras concluir que dos planes de apoyo en 2015 le dieron una ventaja indebida.
«La mejor garantía para asegurar un futuro a la producción de acero en la región de Tarente (sur de Italia) es la venta de activos Ilva en condiciones de mercado, y ese futuro no puede depender de un apoyo artificial del Estado», ha declarado la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager.
Ilva inició procedimientos de insolvencia (Amministrazione Straordinaria – AS) en marzo de 2015. Las normas de la UE sobre ayudas estatales solo permiten fomentar la competitividad y la eficiencia a largo plazo de la fabricación de acero, pero no el apoyo de fabricantes en dificultades financieras.