JP Morgan ha publicado un informe en el que aconseja invertir en seis bancos europeos: UBS, Julius Baer, Barclays, Credit Agricole, Sociéte Générale y Nordea.
Los analistas del banco han explicado que «mantenemos nuestra apuesta por el sector, a pesar de la subida del 30% desde que nos volvimos positivos. Vemos un potencial de revalorización adicional del 10% para los bancos de la zona del euro».
Sin embargo, han cambiado su selección a bancos especializados en la gestión de activos y con bajos ratios de precio/valor contable (PBV), con una preferencia continua hacia una mayor exposición a dividendos.
Para ganar exposición a la gestión de activos, los analistas de JP Morgan por UBS y Julius Baer. Además, han incluido a Barclays en lugar de Credit Suisse por el impacto negativo de la quiebra de Greensill Capital.
Sobre los dividendos, consideran que el sector estará en disposición de normalizar la retribución a sus accionistas en septiembre, cuando el BCE podría levantar las limitaciones a los dividendos de la banca.
Tras la revalorización de ING y BNP Paribas, los expertos prefieren a Credit Agricole, Société Générale y Nordea, que han demostrado tener la capacidad para distribuir a sus accionistas entre el 50% y el 70% de sus beneficios.
Los analistas de JP Morgan han recordado que los bancos europeos siguen haciendo frente a grandes problemas, como los tipos negativos, una industria fragmentada y el desafío de las fintechs.
No obstante, las bajas valoraciones actuales sugieren un buen potencial alcista en bolsa, sobre todo a medio plazo, cuando la pandemia quede controlada.
En relación a la posibilidad de que la banca europea pague dividendos especiales con cargo a 2020, no lo consideran probable, ni tampoco la mejor opción.
Para finalizar, desde JP Morgan han señalado que, como es probable que los activos improductivos (NPL) crezcan en el segundo semestre a pesar de la normalización de las provisiones, y con un bajo ratio de rentabilidad RoTE sectorial del 8,5% esperado en 2023, frente al 10% anterior a la pandemia, «nos gustaría que los bancos europeos se centraran en el tema clave de mejorar su rentabilidad, teniendo en cuenta su baja generación de capital».