Goldman Sachs ha señalado esta semana que es muy probable que los inventarios de crudo a nivel mundial continúen bajando, como consecuencia de los recortes en la producción y el crecimiento que ha experimentado la demanda, aunque las existencias en Estados Unidos podrían aumentar.
Los analistas de Goldman Sachs han indicado en una nota publicada el pasado 21 de febrero que «no consideramos que las recientes alzas en Estados Unidos sean un problema para nuestras previsiones de una baja gradual en los inventarios, considerando el hecho de que el resto del mundo ya está mostrando señales de ajuste».
Desde Goldman Sachs también han explicado que «dada nuestra proyección sin cambios de crecimiento de 1,5 millones de barriles por día para el 2017, este nivel base de demanda más alto debiera compensar plenamente los niveles más alto de producción de Estados Unidos».
Goldman Sachs ha confirmado su estimación de que los precios del Brent y del West Texas Intermediate se incrementarán entre 59 (55,86 euros) y 57,50 dólares (54,44 euros) por barril, respectivamente, durante el segundo trimestre de este 2017, antes de bajar a entre unos 57 (53,96 euros) y 55 dólares (52,07 euros) para el resto de este año.
El incremento en la producción del crudo y la gasolina en los Estados Unidos ha impulsado los inventarios a récords máximos, lo que supone grandes incertidumbres con respecto a los precios del crudo, que se han elevado después de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros países productores establecieran una serie de acuerdos para reducir el suministro de crudo en unos 1,8 millones de barriles por día.