Bankinter, Banco Popular y la entidad financiera con negocio en la región Aresbank, han formado un grupo alternativo para otorgar avales por un valor cercano a los 300 millones de euros para el tren de alta velocidad entre Medina y La Meca (Arabia Saudí), una obra de 6.700 millones de euros, liderada por doce compañías españolas. Fuentes cercanas a las negociaciones han detallado que la operación podría cerrarse entre ésta y la próxima semana.
El consorcio español encargado de la construcción y posterior explotación del proyecto, pretende abaratar los costes de la refinanciación de los avales por valor de 665 millones de euros que prestaron a las doce empresas españolas en mayo de 2012, equivalente al 10% del presupuesto del contrato, que se eleva a 6.700 millones.
El sindicato que firmó el préstamo inicial en 2012 lo forman BBVA, Banesto (ahora Banco Santander), Sabadell, Crédit Agricole, CaixaBank y Deutsche Bank. La línea contó adicionalmente con el apoyo de Cesce y el ICO. Sin embargo, Deutsche Bank ya ha abandonado el proyecto, al ser rechazado por Talgo, uno de los miembros del consorcio que lidera las negociaciones de uno de los tramos de la financiación.
Los avales del llamado proyecto Haramain High Speed Railway, un corredor de 450 kilómetros, están divididos en varios capítulos que cubren los anticipos entregados por el cliente (SRO) para el inicio de las obras y la fabricación de trenes por parte de Talgo, y el fiel cumplimiento del acuerdo. Fuentes financieras aseguran que los avales de Banco Popular, Bankinter y Aresbank corresponden, precisamente, a la parte de explotación y mantenimiento, que incluye esta parte de la fabricación de los trenes.
Entre las compañías españolas (Adif, Cobra, Consultrans, Copasa, Siemens, Imathia, Inabensa, Ineco, Indra, OHL, Renfe y Talgo), no ha sentado nada bien la posición de las entidades, sobre todo, al tratarse de un proyecto único que es referencia de la marca España.
El argumento que defiende el consorcio es el cambio radical que ha experimentado el mercado desde 2012. Entonces, cuando se firmó la línea, la prima de riesgo superaba los 600 puntos básicos, mientras que ahora se sitúa cerca de los 100 puntos básicos. Precisamente, esta mejora de las condiciones y el exceso de liquidez que hay en el sistema da más poder a las empresas para renegociar los términos. Fuentes del mercado aseguran que esta financiación se va a realizar con un diferencial de 200 puntos básicos sobre el Euríbor.