BBVA mantiene la sostenibilidad como un eje esencial de su estrategia que se enmarca en el Compromiso 2025 de la entidad, basado en tres pilares: movilizar 100.000 millones de euros en financiación verde, infraestructuras sostenibles, emprendimiento social e inclusión financiera; y en 18 meses, hasta junio 2019, hemos movilizado ya 22.000 millones de euros, cerca del 20% del objetivo.
En segundo lugar, gestionar los riesgos medioambientales y sociales para minimizar su impacto negativo directo e indirecto, por lo que BBVA asignará un precio interno a sus emisiones de CO2, incorporando así este factor en sus procesos de toma de decisiones. Todo ello contribuirá al objetivo de ser neutro en emisiones directas de CO2 en 2020.
Y en tercer lugar, involucrar a todos los grupos de interés para promover de forma colectiva una mayor contribución de la industria financiera al desarrollo sostenible. En 2019 el banco ha impulsado los Principios de Banca Responsable y se ha adherido al Compromiso Colectivo por el Clima del sector bancario.
Además, BBVA ha consolidado su liderazgo en la transformación del sector financiero, logrando que en 2019 más de la mitad de los clientes ya usen el móvil para interactuar con el banco. La ‘app’ de BBVA en España se ha convertido en un referente mundial en banca móvil (distinguida por Forrester Research como la mejor del mundo en las tres últimas ediciones de su ranking anual). Continúan creciendo las ventas digitales, que representan un 59% de las unidades vendidas en el tercer trimestre de 2019, cuando hace tan solo dos años, representaban un 33% del total.
En un entorno macro complejo, con tipos de interés bajos o negativos en los mercados desarrollados y con un enfriamiento general de la economía mundial, la entidad ha conseguido que la acción de BBVA presente una evolución diferencial en el sector financiero español. Además, ha presentado unos resultados hasta septiembre que batieron las estimaciones del consenso de analistas. También ha creado valor para el accionista: el valor contable tangible por acción más dividendos cobrados en los primeros nueve meses del año alcanzó 6,51 euros (+14,2% interanual). Todo esto gracias a un modelo diversificado y a la recurrencia y baja volatilidad de los ingresos.
El buen comportamiento de los gastos de explotación y el crecimiento de los ingresos recurrentes permitieron mejorar el ratio de eficiencia (48,7% a cierre de septiembre, 75 puntos básicos por debajo del dato de cierre de 2018 en términos constantes). Este ratio se mantiene significativamente por debajo de la media de los bancos europeos comparables (63,6% con datos a septiembre de 2019).
BBVA presenta métricas de doble dígito en rentabilidad (ROTE del 12,2%), muy por encima de la media del grupo de entidades financieras europeas comparables (7,0%) y un ROE del 10,1% (frente al 5,9% a septiembre entre sus entidades europeas comparables).