José Antonio Álvarez, el consejero delegado de Banco Santander, ha advertido este martes 22 de noviembre que algunos puntos del acuerdo entre el Gobierno de Pedro Sánchez y la banca sobre la protección a los hipotecados afectarán a las provisiones del sector, puesto que cualquier extensión de los créditos «siempre» se traslada a las provisiones.
Tras su intervención en el XXIX Encuentro del Sector Financiero organizado por Deloitte y el diario ABC, el consejero delegado de Banco Santander ha indicado a los medios de comunicación que aún puede haber «pequeños cambios» en el acuerdo, dado que en base a cómo se lleve a cabo la refinanciación, «puede impactar o no en la cifra de provisiones, y no solo ahí, sino también en el consumo de capital del negocio hipotecario».
José Antonio Álvarez ha incidido en que todavía se están analizando «aspectos muy técnicos» entre el Gobierno y las patronales bancarias, como por ejemplo el tema de la clasificación de los créditos. En este sentido, ha indicado que cuando los clientes se clasifican como ‘stage 3’ o dudosos, pasan a tener problemas para conseguir créditos en el futuro.
El consejero delegado de Banco Santander ha señalado asimismo que el porcentaje de hipotecados afectados por la subida de tipos de interés es en realidad «muy bajo», considerando también el menor número de hipotecas a tipo variable firmadas en los últimos años. Álvarez ha afirmado que «En los últimos cinco o seis años, el 60% o 70% de las hipotecas han sido a tipo fijo, que son las hipotecas que tienen más riesgo debido a que son jóvenes. Una vez que se ha pagado la hipoteca en los siete primeros años, después es mucho más fácil».
Por otra parte, ha remarcado que la intención de Banco Santander es unirse al acuerdo con el Gobierno, aunque ha señalado que la voluntad de la entidad presidida por Ana Botín es «trabajar para que el mercado hipotecario sea sano y sólido».
José Antonio Álvarez ha valorado asimismo el trabajo que tienen los bancos por delante en la actual situación de desaceleración económica, que se centra en mantener niveles altos de solvencia a la vez que continúan financiando la economía. En su opinión, el factor más estabilizador de la actividad económica sería que los principales bancos centrales lograsen la contención de la inflación.
El consejero delegado de Banco Santander estima que se conseguirán en este sentido niveles del 2% o el 3% en 2023, si bien ha recordado la crisis de la década de 1970, cuando, tras el ‘shock’ de 1973, en la etapa entre 1977 y 1978, se creyó superado el periodo inflacionista, para luego volver a incrementarse en la década de 1980.
Respecto a la futura evolución del sector bancario en Bolsa, José Antonio Álvarez cree que la rentabilidad de la banca «va a subir», gracias a la expansión del margen financiero, como resultado de la subida de los tipos de interés, si bien ha recordado algunos aspectos con los que la banca va a tener que lidiar, como por ejemplo, las inversiones para transformar las propias entidades, el control de gastos, y las primas de riesgo.
Por lo que se refiere a estas últimas, Álvarez ha indicado que los inversores ya descuentan un incremento de la prima española, lo que estaría afectando a las cotizaciones. No obstante, el consejero delegado de Banco Santander opina que el sector «cotizará a niveles más altos. Se está descontando una subida de prima de riesgo que creo que no se va a producir».
José Antonio Álvarez ha rechazado la posibilidad de que, en los próximos tres años, la banca continúe con las consolidaciones que llevó a cabo en 2021, y cree que se ralentizará la aparición de ‘fintechs’, debido a la disminución del capital y de la liquidez disponibles en el mercado.
Por lo que se refiere a los nuevos competidores que aparecen en el sistema financiero, el consejero delegado de Banco Santander ha recalcado que el sector bancario está «tremendamente» regulado desde la crisis de 2008, con lo que los bancos «operan en un esquema regulatorio muy estrecho, que el entorno no tiene». Álvarez ha subrayado en este sentido la confianza que proporcionan los bancos a sus clientes, lo que considera una clara ventaja frente a estos competidores.