CaixaBank ha participado en la nueva línea de crédito “revolving” sostenible de Kingfisher por 550 millones de libras esterlinas a tres años.
Las condiciones financieras de la línea de crédito de Kingfisher están vinculadas al cumplimiento por parte de la compañía de una serie de objetivos de sostenibilidad sobre indicadores de impacto medioambiental y social para el ejercicio 2025-2026.
Entre ellos destacan el relacionado con la lucha contra el cambio climático, la reducción de las emisiones de CO2 de su negocio, productos y cadena de suministro.
Su compromiso se centra en mantener el calentamiento global en el límite de 1,5ºC con la reducción de sus impactos de alcance 1 y 2.
Además, la compañía quiere crear más bosques de los que consume y alcanzar el objetivo de usar madera y papel 100% sostenible en sus productos.
En el ámbito social, Kingsfisher se ha comprometido a beneficiar a más de 2 millones de personas que se encuentren en situación de vulnerabilidad habitacional con ayudas a la comunidad. El propósito queda establecido en el número de personas que se van a beneficiar de las contribuciones de Kingfisher a la comunidad.
Esta transacción se ha llevado a cabo por los equipos de la sucursal de CaixaBank en el Reino Unido, de Corporate & Acquisition Finance y de Sustainable Finance, por lo que la entidad ha logrado reforzarse en el mercado de la financiación sostenible en el Reino Unido.
Para CaixaBank, el Reino Unido es un mercado clave por su tamaño, sus perspectivas económicas y sus vínculos estratégicos con otros grandes mercados.
La presencia física de CaixaBank en Reino Unido data del año 2003, cuando el banco abrió una oficina de representación en Londres. En 2016, la oficina pasó a ser sucursal.
Kingfisher es una empresa minorista multinacional británica con sede en Londres y oficinas regionales en el Reino Unido, Francia, Polonia y Rumanía. Tiene más de 1.300 tiendas en nueve países y sus marcas incluyen B&Q, Castorama, Brico Dépôt y Screwfix.