WiZink ha iniciado ya las reuniones previas a la negociación formal con los representantes de los trabajadores en el marco del Expediente de Regulación de Empleo planteado la semana pasada para el 9,47% de la plantilla del grupo.
El pasado miércoles tuvo lugar el primer contacto entre la entidad y los sindicatos, en el que WiZink expuso los motivos sobre los que se ha fundamentado la decisión de acometer este proceso, según fuentes cercanas a la negociación.
El banco, propiedad del fondo Värde Partners, pretende simplificar su estructura con el objetivo de optimizar el negocio y adaptarse a las nuevas circunstancias. Este planteamiento se ha acelerado tras la crisis generada por la expansión del coronavirus y la sentencia del Tribunal Supremo sobre las tarjetas revolving, un negocio al que WiZink está muy expuesto.
De hecho, el fallo del Alto Tribunal ha llevado a la entidad a revisar las cuentas anuales del ejercicio 2019, aún pendientes de aprobación por parte de los accionistas, para incluir una provisión de 142 millones de euros, lo que le ha llevado a anotarse unas pérdidas de 288 millones de euros.
WiZink ha aprovechado que el Banco de España otorgó más tiempo a las sociedades para remitir la documentación sobre las cuentas de pérdidas y ganancias ante el contexto de incertidumbre y ha decidido adelantarse con esta dotación para hacer frente a las reclamaciones por revolving.
También ha dado de baja el fondo de comercio y otros intangibles en España por un importe de 227 millones de euros después de impuestos, en lugar de continuar con su amortización año a año.