El ajuste que sufrió el sistema financiero de España, como consecuencia de la crisis, dejó al sector en la misma situación que tenía hace 20 años, con un 31% menos de oficinas, y una disminución del 26% en la cantidad de empleados.
El director general de Negocio de CaixaBank, Juan Antonio Alcaraz, ha señalado que “estamos de nuevo en la casilla de salida”, durante unas declaraciones ofrecidas en una conferencia sobre la reestructuración del sistema financiero español, llevada a cabo por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD).
Alcaraz ha destacado que actualmente la imagen que se tiene del sistema financiero es muy similar a la que existía en 1996, y asegura que este ajuste sufrido, en cuanto al número de empleos, también ocurrió en el pasado en España para otros sectores como el textil, el naval o la minería.
El ejecutivo de CaixaBank estima que el número de oficinas bancarias está en alrededor de unas 32.100 y el número de empleados está en 207.000, lo que se traduce en unos 70.000 empleados menos que hace 20 años.
Alcaraz ha señalado que la reestructuración bancaria española se llevó a cabo como consecuencia directa de los diez años de crecimiento que se vivieron en España del 1996 al 2006, cuando el sistema financiero multiplicó por cinco el tamaño de su balance y se endeudó en grandes cantidades.
La crisis financiera provocó que el sistema bancario español redujera la cantidad de entidades financieras durante estos 10 años desde los 45 bancos presentes en 2006 hasta las 10 instituciones financieras que se tienen hoy día.
Alcaraz ha indicado que el gran crecimiento del sistema financiero durante la llamada “década prodigiosa” se realizó en gran parte gracias a un endeudamiento “excesivo”. En resumen, considera que “prestamos el dinero que no teníamos”, y especificó que se llegó a apalancamientos del 200%, lo que se traducía en “doblar el tamaño de lo que prestábamos a base de endeudamiento. Eso no puede ser”.