Julius Baer cree que la fuga de empresas de Rusia como respuesta a la invasión de Ucrania “da una lección en materia ESG» a los inversores, porque las medidas desarrolladas en este ámbito «no han sido de utilidad para detectar el conflicto».
«El éxodo sin precedentes de empresas que están abandonando Rusia constituye una valiosa lección en materia de inversión con criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG). De hecho, las medidas ESG no han sido de utilidad para detectar el conflicto en erupción», ha destacado el director de inversiones de la firma, Yves Bonzon.
Bonzon recuerda que antes del estallido de la guerra, las calificaciones ESG medias obtenidas por las empresas con actividades intensivas en Rusia «eran superiores a las de sus homólogas carentes de esta exposición».
«Si bien la guerra de Ucrania, como acontecimiento aislado, no debería considerarse como una prueba decisiva de la utilidad del enfoque ESG, la incapacidad demostrada de las calificaciones ESG para alertar sobre los riesgos en ciernes ciertamente no constituye un argumento a su favor y pone al descubierto algunos de los fallos del sistema», ha incidido.
Actualmente, los inversores enfrentan un triple desafío en este sentido, ya que tienen que consensuar qué es lo que se mide, cómo medirlo y cómo ponderar el rendimiento en aspectos individuales de los criterios ESG para obtener una calificación global.
El banco helvético estima que la falta de consenso del mercado respecto a los temas ESG va a continuar, dado que los marcos social y de gobernanza son complicados de cuantificar.