BBVA Research ha advertido que la nueva ley hipotecaria no debe desincentivar la oferta ni la demanda, y más bien debe alcanzar un equilibrio en cuanto a los derechos de bancos y clientes.
Ana Rubio, economista jefe de regulación de BBVA Research, ha señalado que es fundamental «arreglar las piezas que fallan» en este mercado, pero conservando «las que funcionan».
La especialista ha dicho que detrás de la resistencia que ha mostrado el mercado hipotecario de España, existen una serie de factores como la fuerte competencia, la prudencia en la concesión de gran parte de la cartera o las medidas para aliviar la carga de la crisis en los deudores vulnerables, como las renegociaciones, el Código de Buenas Prácticas o la reforma de la ley de insolvencia.
Por otro lado, ha destacado el peso que tienen los tipos de interés variables, que durante la crisis supuso «una ventaja fundamental» para la resistencia de las hipotecas españolas, porque a su juicio la reducción de los tipos de interés oficiales hizo de los tipos variables «un factor muy positivo» para la estabilidad financiera.
Rubio considera que tener un mercado tan sesgado hacia los tipos variables podría suponer una vulnerabilidad en España si en el futuro llegara a sufrir otro tipo de crisis en la que los tipos oficiales no disminuyan tanto.
En este sentido, la especialista ha subrayado que España está corrigiendo esta situación, porque las hipotecas concedidas son un 60% a tipo variable y un 40% a tipo fijo, lo que está elevando el tipo de concesión.
Rubio ha comentado que «la nueva ley hipotecaria puede tener un efecto positivo importante si logra aumentar la seguridad jurídica, que recientemente se ha visto mermada, lo que desincentiva al mercado y a la obtención de financiación para seguir concediendo hipotecas».
El departamento de estudios de BBVA apunta en su informe que «es importante que esta ley alcance un equilibrio en cuanto a los derechos de bancos y clientes, sin que se desincentive ni la oferta ni la demanda. Un menor desarrollo del mercado hipotecario perjudicaría a los clientes y, potencialmente, más a los jóvenes o a los que tengan menos recursos, que se verían abocados a un mercado de alquiler que actualmente es muy costoso en algunas zonas».