CaixaBank Research ha desarrollado el índice de sentimiento del Banco Central Europeo (BCE), que busca medir el optimismo o el pesimismo de la institución a través del análisis cuantitativo de los comunicados del banco central posteriores a las reuniones de política monetaria del Consejo de Gobierno de la entidad, que a partir del próximo mes de diciembre leerá en rueda de prensa Christine Lagarde, presidenta del BCE.
«Estos comunicados sintetizan la visión del banco central acerca de la coyuntura económica», señalan desde la entidad, que para su análisis utiliza dos diccionarios económicos que clasifican cerca de 90.000 palabras en tres categorías: «positiva, neutra y negativa».
CaixaBank Research señala que el índice muestra una fuerte asociación con los indicadores de actividad de la eurozona, como el índice de sentimiento económico (ESI) de la Comisión Europea, destacando que «sus fluctuaciones predecían con antelación los cambios en el tipo de interés de referencia», antes de que este se estancara en el 0%.
En este sentido, los responsables del índice apuntan que la herramienta permite entender el giro de 180º en la postura del BCE en el último año y medio, cuando la institución pasó de preparar la primera subida de los tipos de interés a lanzar un nuevo paquete de estímulos.
De este modo, el índice constata el significativo deterioro del sentimiento del BCE entre finales de 2017 y el tercer trimestre de 2019, con un fuerte incremento de los términos negativos para describir el entorno económico y la emergencia de una nueva narrativa en la que cobran importancia términos relacionados con el proteccionismo y se intensifica el uso de la palabra «incertidumbre.
Semanas atrás, CaixaBank Research rebajó en tres décimas su previsión de crecimiento para este año, hasta el 1,9%, y en dos décimas la del próximo, hasta el 1,5%, debido a que la economía española crece a un ritmo más moderado de lo anticipado y por la desaceleración «gradual» de la creación de empleo. Así lo señala el servicio de estudios de la entidad en su último informe mensual de octubre tras la revisión estadística realizada por el INE después de que anunciara esta semana haber ganado 1.266 millones de euros hasta septiembre y haber batido las previsiones.
Este documento señala que los datos muestran una demanda interna que avanza a ritmos más moderados de lo previsto. El motivo es el entorno internacional «más exigente», que provoca una revisión a la baja de sus previsiones, hasta el 1,9% este año y al 1,5% en 2020.
Estas nuevas estimaciones de del servicio de estudios de CaixaBank suponen dos décimas menos del crecimiento previsto por el Gobierno para este año (2,1%) y tres menos respecto al pronóstico del próximo ejercicio (1,8%).