Isidro Fainé, el presidente de Ceca y de la Fundación Bancaria «la Caixa«, ha advertido que el futuro del euro depende del consenso que alcancen los países del Sur y Norte de Europa en relación al fondo de garantía de depósitos comunitario.
Durante su intervención en la 111ª Asamblea Ordinaria de Ceca, el directivo ha destacado que las diferentes posturas entre los países del Sur, como España, Francia o Italia, que luchan por una mayor integración financiera, y los del Norte, como Alemania o Países Bajos, que defienden atajar previamente los desequilibrios de la crisis, amenazan el futuro del proyecto común europeo.
En este sentido, Fainé ha dicho que «el futuro de la eurozona depende, en buena medida, de que se alcance un compromiso, un consenso, entre estas dos posturas enfrentadas» y confía en el papel que jugará el próximo vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos.
El directivo ha ensalzado la «resiliencia» mostrada por la economía española, lo que pone de manifiesto «que sus cimientos son sólidos, es decir, son resistentes ante episodios de tensión política y en fases de impasse en el proceso de reformas estructurales».
En cambio, ha reclamado reanudar las reformas de aquellos mercados de bienes y servicios menos eficientes y potenciar la educación, la innovación y el espíritu emprendedor, «las fuentes últimas del progreso».
Asimismo, Fainé considera que es «necesario» apuntalar las finanzas públicas antes de que las condiciones monetarias dejen de ser «tan ventajosas» y los parámetros demográficos internos empeoren de forma drástica. En este sentido, ha agregado que «lo más importante de todo es que nuestro sector está ejerciendo como motor de impulso de la economía española, y no como cuello de botella».
Para 2018, Fainé prevé que se va a mantener el crecimiento económico en Europa y Estados Unidos, con una suave desaceleración a consecuencia de una gradual normalización monetaria.
Para finalizar, Fainé ha señalado que «solo el riesgo de una inflación descontrolada puede llevarnos, inevitablemente a un frenazo económico brusco», sin embargo, los dos principales bancos centrales, el BCE y la Reserva Federal, están tomando medidas para «atajar» esta amenaza.