Banco Santander, presidido por Ana Botín, sigue avanzando en sus objetivos medioambientales dirigidos a la transición hacia una economía verde.
Entre estos objetivos se encuentran la neutralidad en carbono, ya alcanzada en 2020, y el desarrollo de diferentes productos financieros verdes.
Las acciones contra el cambio climático han pasado a ser objetivos prioritarios para instituciones, entidades y sociedad en general, aún más tras el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), en el que se advierte que el cambio climático es «generalizado, rápido y se está intensificando».
En este panorama, las finanzas sostenibles tienen un papel fundamental a la hora de cumplir los objetivos del Acuerdo de París de 2015, en el marco de los criterios ASG (Ambiental, Social, de Buen Gobierno) en cualquier área de negocio.
En este sentido, Banco Santander es miembro fundador de la Net Zero Banking Alliance, y como tal, tiene como objetivo conseguir las cero emisiones netas en 2050, en su propia actividad y en todas las emisiones de sus clientes derivadas de los servicios prestados por la entidad.
Como hito de cara a alcanzar la cero emisiones de carbono, Banco Santander dejará en 2030 de dar servicios financieros a los clientes del sector de la generación de energía cuyos ingresos dependan del carbón en más de un 10%, y eliminará por entero su exposición a la minería de carbón en todo el mundo.
La entidad se ha comprometido a ofertar 120.000 millones de euros en financiación verde entre 2019 y 2025, y 220.000 millones para 2030. A cierre de 2020, ha movilizado más de 33.000 millones de euros (de los cuales, 15.200 millones solo en 2020).
Por otra parte, Banco Santander pretende continuar desarrollando productos financieros verdes, como créditos vinculados a indicadores para medir la sostenibilidad de las compañías, hipotecas verdes, préstamos para reformas de eficiencia energética a particulares y empresas, préstamos para la instalación de paneles solares, préstamos para coches híbridos o eléctricos, renting de coche ecológico, etc.
En 2020, Banco Santander emitió su tercer bono verde, por un valor de 1.000 millones de euros, dentro de su Marco Global de Bonos Sostenibles.
La entidad presidida por Ana Botín se centra también en la financiación de energías renovables, situándose en este sentido como líder mundial a cierre de 2020, según Dealogic, apoyando proyectos de energías renovables de nueva creación (greenfield) con una potencia eléctrica total de 13.765 megavatios (MW), equivalente al suministro necesario para 10,3 millones de hogares, y evitando así la emisión de 60 millones de toneladas de CO2.
Banco Santander fomenta por otra parte la preservación de los bosques y del medio ambiente. En este aspecto, destaca su acuerdo con Fundación Repsol y Grupo Sylvestris para llevar a cabo el proyecto Motor Verde, centrado en la reforestación y la regeneración de bosques en España, encaminada a la compensación de emisiones de dióxido de carbono.
Además, la entidad presidida por Ana Botín desarrolla el proyecto Natura, por el que empleados voluntarios y ciudadanos llevan a cabo la reforestación de bosques, la limpieza de playas y riberas de ríos, y otras actividades como la colocación de cajas nido para aves.
Banco Santander es socio fundador de la iniciativa británica ‘Net Zero With Nature’, dedicada a la restauración de los parques naturales de Reino Unido. Participa asimismo en un proyecto de conservación de los ecosistemas protegidos de Polonia, la zona de las montañas Mala Czantoria y Wielka Czantoria en la Baja Silesia.
En Latinoamérica, Banco Santander ha firmado un acuerdo histórico junto con los tres principales bancos privados de Brasil, para el desarrollo sostenible y la preservación del Amazonas.
Otras iniciativas medioambientales en las que participa Banco Santander en América Latina son, por ejemplo, ‘Reforestemos’ en México; la protección y recuperación del parque El Durazno, en la comuna de Canela, en Chile; y el apoyo en Argentina a la Fundación Vida Silvestre, dedicada a la limpieza de playas, y a la cooperativa El Corre Camino, centrada en la recogida de residuos.