Los accionistas de Banca Carige, entidad italiana intervenida en enero por el Banco Central Europeo (BCE), votarán en la próxima junta general extraordinaria del próximo 20 de septiembre el plan de rescate del banco, que pasa por llevar a cabo una ampliación de capital de 700 millones de euros.
El plan de rescate de Banca Carige, pactado el pasado 9 de agosto entre el Fondo Interbancario de Garantía de Depósitos italiano (FITD), la Cassa Centrale Banca-Crédito Cooperativo Italiano (CCB), la Sociedad de Gestión de actividades (SGA) y otras instituciones financieras, prevé un plan de recapitalización de la entidad financiera mediante una ampliación de 700 millones de euros.
El programa también incluye una profunda reducción del riesgo del balance de Banca Carige mediante la disposición de la práctica totalidad de la cartera de créditos no productivos, unos 3.100 millones de euros, por los que los administradores han recibido una oferta vinculante.
Banca Carige fue intervenida el pasado 2 de enero por el Banco Central Europeo. El ente central se encargó de designar no sólo a tres administradores temporales, sino también a un comité de vigilancia, después de la dimisión de la mayoría de los miembros del consejo del banco italiano al no salir adelante el plan para ampliar capital.
Los administradores temporales deben preservar la estabilidad del banco vigilando de cerca su situación e informando continuamente al Banco Central Europeo y, si es necesario, tomando medidas con el fin de garantizar que la entidad restaure el cumplimiento de los requisitos de capital de manera sostenible.
Las dificultades por las que atraviesa Banca Carige se agravaron después de que la familia Malacalza, principal accionista individual de la entidad, con un 27,555% del capital social, se abstuviera de tomar parte en la votación del plan de negocio del banco, bloqueando una ampliación de capital de 400 millones de euros.