JP Morgan Asset Management ha mejorado la perspectiva para la renta variable mundial esta semana, apuntando a las esperanzas de avances en las conversaciones comerciales entre Pekín y Washington, una reducción del riesgo de una recesión en Estados Unidos y unas previsiones de beneficios empresariales moderadamente positivas.
Este ajuste ha llegado en un momento en que los mercados bursátiles de Estados Unidos se encuentran en los niveles más altos de la historia, pero la reciente racha alcista en el mercado de bonos está mostrando indicios de estar tocando a su fin.
Patrik Schowitz, estratega global de activos múltiples de JP Morgan Asset Management, ha dicho en un correo electrónico que “hemos mantenido una visión cautelosa sobre las perspectivas de los mercados de renta variable durante gran parte de este año… Sin embargo, el entorno ha cambiado en las últimas semanas”.
Además, ha agregado que “ese cambio probablemente refleje varios factores, que creemos que tienen más margen de maniobra”.
Schowitz ha destacado el renovado optimismo que existe sobre la posibilidad de que China y Estados Unidos lleguen a un acuerdo para dar fin a su guerra comercial, que el riesgo de recesión en Estados Unidos ha caído desde un 50% a un 20-30% y la posibilidad de que aumenten los beneficios empresariales como los principales factores.
El lunes, las bolsas asiáticas subieron después de que el Gobierno de Pekín sorprendiera a los mercados al recortar un importante tipo de interés de referencia por primera vez desde el año 2015, lo que desató una serie de rumores de que habría más medidas de estímulo para la segunda economía más grande del mundo.
La renta variable es un tipo de inversión en la que la recuperación del capital invertido y la rentabilidad de la inversión no están garantizadas, ni son conocidas de antemano. Además, puede ocurrir que la rentabilidad sea negativa, pudiendo llegar incluso a perder el dinero invertido. Esto se debe a que la rentabilidad de la renta variable depende de distintos factores como pueden ser la evolución de la empresa en la que se invierte, su situación económica, el comportamiento de los mercados financieros, etc.