El Gobierno italiano podría crear un ‘banco malo’ con activos que tendrían un valor total de 50.000 millones de euros, para ayudar a sanear el sector financiero de Italia.
Según una publicación de The Sunday Telegraph, el Gobierno presidido por Matteo Renzi ya habría solicitado la correspondiente asesoría a la entidad financiera estadounidense JP Morgan para que diseñe este esquema.
El diario afirma que bajo los planes en desarrollo, unos 10.000 millones de euros de fondos públicos serían usados para adquirir a precio de derribo los créditos y activos tóxicos, los cuales tendrían un valor nominal de unos 50.000 millones de euros.
Con la creación de este ‘banco malo’, se ayudaría a sanear los bancos de Italia y a recuperar el flujo de crédito. Además, significaría colocar al Gobierno en un curso de colisión frontal contra las autoridades europeas, que se oponen decididamente a que los contribuyentes italianos estén obligados a pagar más rescates bancarios sin que los inversores privados se responsabilicen de alguna forma.
El plan diseñado por Renzi se basa en que el nuevo instrumento adquiera los préstamos morosos a un precio de una relación de 20 céntimos por cada euro. Después, estos préstamos serían vendidos a otros inversores, podrían mantenerse hasta el vencimiento en caso de que los prestatarios pudieran volver a pagar, o incluso ofrecer un disminución de la deuda si estos clientes no pueden pagar completamente los préstamos.
Actualmente no se tiene claro si el plan previsto por el Gobierno italiano pueda llegar finalmente a realizarse, no solamente porque todavía se encuentra en una fase de análisis y debate, sino porque también puede resultar difícil que el Gobierno obtenga el visto bueno de las autoridades europeas.
La normativa comunitaria vigente exige que los inversores privados, como los accionistas o los tenedores de bonos, estén en la obligación de pagar un rescate antes que los contribuyentes, para no cometer los errores de la crisis financiera.