Banca Cívica, la entidad que va a ser absorbida por Caixabank, está procediendo a entregar las cartas de salida forzosa a algunos de sus trabajadores. Aún no se sabe cuántas personas recibirán esta carta, pero se habla de unos cien empleados.
A este centenar de personas hay que sumar los otros cien que se habían marchado de la plantilla de Banca Cívica por prejubilaciones o bajas voluntarias.
Según el acuerdo firmado por el comité de empresa de Banca Cívica, estas salidas forzosas no representan un despido, sino más bien un paréntesis en el contrato de trabajo. De hecho, los trabajadores forzosamente suspendidos se reincorporarán a sus puestos de trabajo pasado un tiempo, aunque su destino podrá haber cambiado.
Estos trabajadores estarán en situación de desempleo durante el espacio de un año cobrando un complemento del 25%.
Hay que recordar que los dos antiguos copresidentes de Banca Cívica, Enrique Goñi y Antonio Pulido, han pasado a formar parte del consejo de administración de Caixabank.
Banca Cívica pasará a integrarse en la estructura de Caixabank el próximo 3 de agosto. De ahí el deseo de los directivos del grupo de cajas de ahorro para recortar los integrantes de su plantilla laboral.