Seaway Bank Chicago busca por cualquier medio equilibrar la balanza de sus ganancias tras pasar por una muy mala racha debido a las malas decisiones tomadas por las personas a cargo.
Gracias a los errores en los estados financieros del 2013 y los primeros meses de 2014 atribuidos al equipo de gestión, el cual se marchó a comienzos del 2014. El Seaway Bank enfrenta una carrera por reconstruir una base de capital y apuntar a recuperar las ganancias que se han perdido durante más de un año.
Las acciones de mejora ya han comenzado, su capital se ha visto impulsado por la compra de Seaway Bank and Trust Co. que inyecto 5 millones de dólares (unos 4 millones de euros).
En su necesidad de localizar los errores, la directiva del banco ha contratado los servicios de un grupo de auditores que se encargan de localizar los errores cometidos.
«Durante la preparación inicial y la posterior presentación de resultados del segundo trimestre del 2014 (con la Federal Deposit Insurance Corp.), nuestro equipo de reestructuración identificó una serie de errores y faltas, y con razón reconocieron que los mismos se han producido en los informes de llamadas presentadas anteriormente» dijo la vocera del banco.
El giro dramático para Seaway es altamente inusual. «Nunca he visto un error material que va a favor del banco después de un equipo de respuesta viene», dice Paul O’Connor, un veterano local de más de 30 años en la industria bancaria y en la actualidad un banquero de inversión para los bancos comunitarios. «He visto a muchos que van en la dirección opuesta.»
Los reajustes estaban atados a la contabilidad y las proyecciones de las pérdidas vinculadas a las adquisiciones de dos bancos en quiebra, en 2010 y 2011. Esas ofertas impulsado los activos de Seaway.
La Sra. Dickens atribuye implícitamente los errores a ex CEO Walter Grady, quien dirigió Seaway por 33 años antes de retirarse en julio, y el ex director de operaciones Richard Abrams, que dejó el banco en mayo.