El banco norteamericano JP Morgan Chase deberá pagar una multa de 100 millones de dólares (73,9 millones de euros) por el caso de la denominada ‘ballena de Londres‘, que provocó pérdidas multimillonarias en derivados a la oficina central de inversiones de la entidad.
Este es el acuerdo al que el banco estadounidense ha llegado con la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas (CFTC). En un comunicado, este organismo ha acusado a la entidad de violar la prohibición de desarrollar conductas de manipulación, recogida en la ley Dodd-Frank, con la negociación de varios seguros de impago (CDS).
En concreto, señala que con la venta de una cantidad «impresionante» de estos ‘swaps’ en un breve periodo de tiempo, el banco, a través de sus operadores, ignoró imprudentemente el precepto fundamental en el que se basan los participantes del mercado, que los precios se establecen sobre la base de las fuerzas legítimas de oferta y demanda.
«JP Morgan, que admite los hechos concretos especificados en la denuncia, incluyendo que sus operadores actuaron de forma imprudente, ha aceptado, entre otras cosas, pagar una multa civil de 100 millones de dólares (73,9 millones de euros)», explica la Comisión.
El directo de cumplimiento de la CFTC, David Meister, destacó con la ley Dodd-Frank el Congreso creó una nueva y poderosa herramienta que permite a la CFTC prohibir por primera vez conductas manipuladoras imprudentes.
«Como demuestra este caso, la Comisión está ahora mejor preparada que nunca para proteger a los mercados de los operadores que, como estos, intentan defender su posición lanzando virtualmente a la vez un volumen de ‘swaps’ enorme y sin precedentes, al ignorar de forma imprudente los peligros obvios» de manipular los precios, añadió.
En el pasado septiembre, JP Morgan llegó a un acuerdo con la Comisión del Mercado de Valores de EEUU (SEC), la Autoridad de Conducta Financiera de Reino Unido (FCA), la Reserva Federal y la Oficina del Controlador de la Moneda de EEUU, por el que la entidad pagó 920 millones de dólares (680 millones de euros) para que se finalizara la investigación del caso de la ‘ballena de Londres’.