Funcas ha decidido mantener su previsión de crecimiento de la economía española en el 2,2%, basándose en la prolongación de la política monetaria ultraexpansiva, la moderación del precio del petróleo, y la incorporación de unos Presupuestos sin cambios.
Todos estos factores tienden a compensar el «creciente deterioro» del contexto internacional.
En el plano nacional, Funcas reduce la aportación del sector exterior, que restará dos décimas al crecimiento frente a una décima esperada en mayo, y por el contrario, aumenta la contribución de la demanda interna del 2,3% al 2,4% por unas favorables condiciones financieras y la mejora del poder adquisitivo por el abaratamiento del petróleo.
«Destacan el incremento del consumo de las familias, gracias a la creación de empleo y el aumento de las rentas salariales, así como de la inversión residencial y en bienes de equipo», destaca Funcas en un comunicado, en el que indica que la desaceleración se prolongará en 2020 y 2021, cuando se esperan crecimientos del PIB del 2% y del 1,8%, respectivamente.
En concreto, Funcas estima que la demanda interna se debilitará de forma progresiva en línea con el ligero repunte de la tasa de ahorro, la menor expansión del gasto público y la pérdida de dinamismo de la inversión. Por su parte, el sector exterior mejorará por la recuperación de las economías mundial y europea y el freno de las importaciones, resultado de la menor demanda interna.
En términos de empleo, Funcas espera la creación de más de un millón de puestos de trabajo entre 2019 y 2021, lo que permitiría un descenso de la tasa de paro en estos tres años hasta el 11,5% al final del periodo.
Funcas cree que la ralentización de la economía española influirá en la reducción del déficit público, y lo sitúa en el 2,2% en el presente año, lo que supone cuatro décimas sobre el objetivo oficial del 1,7% en 2021.