Yamaguchi Financial ha colocado vinotecas, cafeterías y guarderías en sus sucursales, para romper con el estereotipo de banca tradicional.
Los años de tipos de interés próximos a cero en Japón, que apenas hacen rentables los préstamos tradicionales, han llevado a esta entidad financiera a tratar de ganar negocio mediante la puesta en marcha de una serie proyectos menos convencionales, como la apertura de vinotecas y guarderías en sus oficinas.
Los reguladores de Japón están relajando con prudencia las normas para permitir a los bancos aventurarse en otros negocios y ayudarles así a compensar el efecto que la política monetaria ultralaxa está teniendo sobre sus ingresos netos por intereses.
Takeshi Yoshimura, el presidente de Yamaguchi Financial Group, ha explicado que “los efectos de los tipos de interés mínimos del Banco de Japón se ven agravados por otros retos que sufre su región, a destacar un descenso de la población y el éxodo de compañías a ciudades más grandes como Tokio”.
En este sentido, el directivo ha animado a los empleados jóvenes a proponer ideas para hacer un mejor uso de las 280 oficinas diseminadas por Yamaguchi e Hiroshima, las prefecturas donde opera Yamaguchi Financial.
Una de las ideas consiste en alquilar espacios en una oficina para abrir una vinoteca. Es el caso de Yuya, un pueblo con fuentes termales donde estos negocios no son habituales.
Yoshimura ha dicho que «Yuya es un bonito destino turístico, pero hay muy pocos sitios donde beber y cenar. Los clientes del bar pueden abrir una cuenta bancaria o recibir servicios de asesoría de uno de nuestros banqueros».
El presidente del banco ha asegurado que el objetivo es transformar el resto de las sucursales en centros comunitarios de diverso tipo, tales como cafeterías o guarderías, que rompan con el estereotipo de la banca tradicional.
Para finalizar, Yoshimura ha dicho que «cerrar oficinas reduciría costes. Pero no vamos a hacerlo porque queremos conservar un lugar donde mantener una interacción cara a cara con nuestros clientes».