El banco francés Crédit Agricole ha anunciado que su beneficio en el primer trimestre de 2018 fue de 1.429 millones de euros, un 10,7% inferior al del mismo periodo de 2017.
La bajada de la actividad bancaria y el mal comportamiento de su filial Crédit Lyonnais explican la caída del beneficio de la entidad, que registró un producto neto bancario, equivalente a la facturación, de 8.258 millones de euros, un 0,1% más.
El resultado bruto de explotación (ebitda) alcanzó los 2.556 millones de euros, un 7,7% menos que en el primer trimestre de 2017.
Por último, en lo que se refiere solo a la matriz, el beneficio fue de 856 millones de euros, un 1,2% más, mientras el resultado de explotación creció un 2,5%, hasta los 1.508 millones.
En el mes de abril, el Tribunal de la Unión Europea mostró su respaldo al modelo defendido por el BCE, partidario de un sistema de gobernanza donde estén separados los cargos de primer ejecutivo y la representación institucional.
El Tribunal da la razón al BCE, partidario de aplicar un modelo de gobernanza donde estén separados el cargo de primer ejecutivo y la representación institucional del banco.
El TJUE asegura que el presidente del órgano de dirección debe supervisar a los ejecutivos de la entidad. Y añade que eso no es posible hacerlo si también dirige de forma efectiva la entidad. «La eficacia de esa supervisión quedaría menoscabada si el presidente del órgano de dirección en su función de supervisión, pese a no desempeñar formalmente la función de consejero delegado, se encargara simultáneamente de la dirección efectiva de la actividad de la entidad de crédito», asegura el TJUE en un comunicado.
Ardian y Crédit Agricole preparan la venta de Índigo (la antigua Vinci Park) por más de 3.000 millones de euros. La operación se encuentra todavía en una fase muy inicial, pero según las fuentes consultadas hay varios interesados en hacerse con este activo, uno de los grandes operadores de aparcamientos de Europa.
Esta transacción vuelve al mercado tras varios intentos fallidos de venta. El último se produjo el año pasado, cuando los dueños de Índigo paralizaron el proceso a falta de ofertas que llegaran al precio exigido.