JP Morgan Chase & Co. y Barclays han reducido sus previsiones de crecimiento económico de Brasil para este año, respaldados por datos de actividad débil y una mayor incertidumbre política.
Ambas entidades se sumaron a Itaú Unibanco SA, el mayor banco de América Latina en términos de valor de mercado, que sigue siendo el más pesimista de los tres después de recortar su pronóstico de crecimiento de 2019 para Brasil hasta el 1,3 por ciento.
Roberto Secemski, un economista de Barclays, ha dicho en un informe publicado esta semana que «aunque seguimos esperando que la reforma de las pensiones se apruebe a finales de este año, observamos crecientes riesgos de retrasos y mayor debilitamiento».
En este sentido, Secemski ha agregado que «como tal, la aceleración esperada en la inversión podría estar aún más cargada, con un efecto positivo en el empleo y el crecimiento del ingreso que se hará más visible solo a finales de este año y en el 2020».
Los analistas de Barclays han señalado que el producto interno bruto de Brasil se va a expandir un 1,7 por ciento este año, en comparación con el 2,2 por ciento anterior.
Mientras que los expertos de JP Morgan han tomado la decisión de reducir su pronóstico del producto interno bruto de 2019 hasta el 1,5 por ciento desde 2,1 por ciento, como consecuencia de que la actividad no ha tenido un buen desempeño en el primer trimestre y que la creciente incertidumbre política pesa sobre el sentimiento.
Cassiana Fernandez, la economista jefa de JP Morgan para Brasil, ha señalado que «el aumento de la incertidumbre política seguirá afectando la confianza empresarial».
Por otro lado, el Banco Central de Brasil ha dicho que las perspectivas económicas se siguen deteriorando. Como consecuencia de la subida del Índice de Precios al Consumidor Amplio en marzo, la proyección anual ha pasado del 3,90 por ciento a 4,06 por ciento, todavía por debajo de la tasa central de la meta de inflación que es de 4,25 por ciento.