El Banco de Portugal ha decidido no seguir adelante con el proceso de venta de Novo Banco, la entidad surgida en agosto de 2014 que aglutina los activos saneados del quebrado Banco Espírito Santo (BES). Esta información ha sido presentada por la prensa lusa y confirmada por el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho.
«Una vez que el Banco de Portugal entiende que esta no es la mejor oportunidad, respetamos su decisión», indicó Passos Coelho en declaraciones a la prensa, adelantándose a la confirmación oficial del banco central luso.
De este modo, todo parece indicar que el proceso de venta de Novo Banco queda pospuesto hasta después de la celebración de las elecciones legislativas en Portugal, que tendrán lugar el próximo 4 de octubre.
El periódico luso ‘Diario económico’ destaca la advertencia del Banco Central Europeo (BCE) sobre las potenciales necesidades de capital de la entidad portuguesa, que podría tener que ampliar capital en unos 1.000 millones de euros, para cumplir con la ratio de capital mínimo impuesta.
Según el rotativo, en las últimas semanas el Banco de Portugal había mantenido negociaciones con la china Fosun International y la estadounidense Apollo, aunque las conversaciones no fructificaron, puesto que las ofertas presentadas quedaban muy por debajo de los 4.900 millones invertidos en el rescate de la entidad.
Esta misma semana, CaixaBank había informado al Banco de Portugal de su interés por la compra de Novo Banco, en el caso del que el actual proceso de venta fuera cancelado y relanzado al final de año.
Con el aplazamiento de la operación, los compradores sabrán cuál es el monto que tendrán que inyectar en el banco, debido a que la entidad deberá necesitar un aumento de capital.