CaixaBank ha firmado un acuerdo con con la empresa de motos eléctricas YEGO, a través de su división especializada para empresas de tecnología, innovación y sus inversores, DayOne.
El banco ha realizado una operación de leasing por valor de 500.000 euros, que permitirá a la compañía catalana contar con 178 vehículos más en la capital catalana, donde ya tiene un total de 586 motos del estilo retro.
YEGO, fundada a mediados del año 2016, es una empresa de moto sharing que alquila vehículos por minutos dentro del Área Metropolitana de Barcelona, Valencia y Burdeos, un modelo de negocio que permite reducir la contaminación y mejorar la movilidad en la ciudad.
Estos compromisos sostenibles son compartidos por CaixaBank y se materializan con el acuerdo suscrito.
Para poder utilizar estos vehículos, los usuarios, a través de una app, pueden alquilar la moto más cercana en pocos segundos para efectuar un trayecto. El móvil hace la función de llave para desbloquear el maletero y poder utilizar el casco y arrancar la moto.
La empresa ya ha superado los 30.300 usuarios activos al mes y cuenta con más de 110.000 usuarios registrados.
En los últimos 12 meses, YEGO ha obtenido una facturación de 1,2 millones de euros, lo que supone un incremento del 253% si se compara con el año anterior.
Desde el banco han señalado que el servicio de moto sharing está cambiando la movilidad en las ciudades. A través de DayOne, CaixaBank apoya a compañías como YEGO, que han desarrollado nuevos modelos de negocio y necesitan nuevas soluciones que se adapten a su actividad.
España es uno de los tres países de Europa con más flota de moto sharing, superando los 10.000 vehículos. En el último año, el número de motocicletas para compartir se ha incrementado un 500%, lo que demuestra que la movilidad sostenible es un sector con un alto potencial de crecimiento.
Hoy en día, en los 16 países principales en los que existe el moto sharing hay un total de 1,8 millones de usuarios. Algunos factores que explican el auge de esta modalidad son el elevado coste de poseer un vehículo, el espacio que ocupa o la poca flexibilidad y el elevado precio del transporte público.