José Luis Aguirre, el presidente de Ibercaja, ha reclamado que el sector bancario español tenga una fiscalidad homogénea con el resto de países supervisados por el Banco Central Europeo (BCE), pues considera que España está «ligeramente penalizada» en este sentido.
Durante la Cumbre Empresarial ‘Empresas españolas liderando el futuro’ organizada por CEOE, el presidente de Ibercaja ha incidido en la necesidad de dar confianza a la sociedad en que las medidas sanitarias serán efectivas y a los empresarios en que el parón en su actividad es temporal, para lo que deben aplicarse soluciones específicas para cada sector, en lo que cobra especial importancia el sector bancario por su papel financiador.
En este sentido, ha advertido de que para cumplir esa función el sector financiero debe estar saneado, al tiempo que deberían mantenerse los avales públicos en las financiaciones que, aún siendo cruciales, pueden tener un riesgo que supere la capacidad de asunción de riesgos del sistema financiero.
Asimismo, Aguirre ha apuntado al importancia de preservar la solvencia del sector bancario en un escenario de «lenta recuperación y aumento de la morosidad», manteniéndolo atractivo para el capital inversor, para lo que considera que sería conveniente recuperar la posibilidad de que las entidades repartan dividendos, una limitación que espera que sea temporal por el sacrificio que significa para los accionistas de las entidades financieras.
Entre sus propuestas, el presidente de Ibercaja ha reclamado que el sector bancario tenga una fiscalidad homogénea con el resto de países supervisados por el BCE, aplicándose las mismas exigencias de capital a las entidades españolas y al resto de países europeos. «A igualdad de estructura de crédito y volumen, igualdad de exigencia de capital. Hoy España está ligeramente penalizada en esta situación y hay que corregirlo», ha sostenido.
Por otro lado, el directivo ha defendido la pluralidad bancaria, pues ve necesario que existan grandes entidades, «importantísimas a nivel nacional», pero también entidades plurirregionales, como Ibercaja, que están muy próximas al territorio y son «parte de la solución».
A finales del mes de mayo, la entidad decidió suspender la negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) planteado en febrero ante la “incertidumbre” sobre el impacto “organizativo y económico” de la crisis por el coronavirus en la entidad.