BBVA Research prevé que la inversión en la vivienda en España va a registrar un crecimiento del 6,1% en 2018, de acuerdo con su último informe ‘Situación España’.
El servicio de estudios de BBVA ha mejorado su previsión para este año, al elevarlo en seis décimas (antes estimaba un 5,3%), aunque prevé un crecimiento inferior al registrado en el ejercicio 2017, cuando el alza fue del 8,3%.
De cara al ejercicio 2019, BBVA estima que se va a mantener esta tendencia a la moderación de la inversión en vivienda, con un crecimiento del 5,6%.
En el informe publicado la semana pasada, BBVA detalla que «la inversión en vivienda continuará mostrando dinamismo a pesar de las señales de desaceleración que se extraen del empleo y los visados de construcción de vivienda nueva en los últimos meses».
En relación al crecimiento, la entidad financiera ha explicado que «estará apoyado en la recuperación de sus determinantes». Por un lado, el «dinamismo» de la economía va a permitir continuar con el proceso de creación de empleo durante el próximo bienio lo que, sumado a unas condiciones de financiación que seguirán siendo favorables, impulsará la demanda de viviendas.
En este sentido, ha agregado que, junto a ello, aunque todavía alejados de los niveles precrisis, los precios están comenzando a crecer en línea con los ingresos salariales de las familias.
BBVA ha indicado que «el crecimiento esperado en los países de nuestro entorno continuará incentivando la demanda de vivienda por parte de extranjeros».
Por otro lado, BBVA ha destacado que el precio del nuevo crédito se mantiene en mínimos, favorecido por el Euríbor negativo, las condiciones de liquidez para los bancos, la relativa contención del riesgo soberano y el menor riesgo de crédito afrontado por las entidades.
No obstante, algunas carteras podrían haber alcanzado niveles mínimos que impiden descensos adicionales producto de la reducción de los márgenes de intereses de la banca y el alargamiento de plazos y cambio a tipos fijos. Los tipos para adquisición de vivienda muestran una «clara resistencia a disminuir», dada la creciente importancia de las hipotecas a tipo de interés fijo.