CaixaBank ha instalado cajeros automáticos en 12 municipios pequeños del Camp de Tarragona y las Terres de l’Ebre, para que los vecinos puedan realizar sus trámites tributarios con BASE y las gestiones financieras que requieran sin desplazarse a otros municipios.
El convenio para la instalación de cajeros automáticos en 12 municipios pequeños fue suscrito en febrero de este año entre el presidente de la Diputación de Tarragona, Josep Poblet; el director territorial de CaixaBank en Cataluña, Jaume Masana; y los alcaldes y representantes de los 12 municipios.
El acuerdo establecía que CaixaBank, la Diputación de Tarragona-BASE y cada ayuntamiento asumirían a partes iguales el coste de cada cajero. CaixaBank ha aportado la tecnología, la instalación y el mantenimiento de los dispositivos. Los municipios han facilitado el espacio físico y velarán por su buen uso y BASE ha adaptado todo su sistema de pago para que sea efectivo a través de este sistema.
Los cajeros automáticos de última generación “Punto Amarillo” se han instalado en espacios municipales o en otros lugares de uso público, en los municipios de Aiguamúrcia, Albinyana, Almoster, El Montmell, Garcia, Godall, La Torre de l’Espanyol, Paüls, Pratdip, Puigpelat, Vilaplana y Vinebre.
Desde estos dispositivos, vecinos, empresas y organismos públicos podrán hacer otras gestiones como, por ejemplo, sacar dinero, realizar transferencias, pagar sus tributos, entre otros.
Este proyecto forma parte de la estrategia de CaixaBank de no abandonar poblaciones para que tengan el mayor acceso posible a servicios financieros.
Según el Banco Mundial, la inclusión financiera es un factor clave para reducir la pobreza y promover la prosperidad compartida. Por esta razón, la entidad catalana lo ha convertido en una de sus prioridades estratégicas y lo ha incluido como una línea clave de su Plan de Banca Socialmente Responsable.
Hoy en día, CaixaBank está presente en el 100% de las poblaciones de más de 10.000 habitantes y en el 93% de los municipios de más de 5.000 habitantes.