Moody’s, la agencia de calificación crediticia estadounidense, ha recortado la nota de la deuda a largo plazo de los bancos Goldman Sachs, Morgan Stanley, JPMorgan y Bank of New York Mellon, en base a sus estimaciones de que las autoridades de EE.UU. no van a tener en el futuro la misma predisposición a ayudarles frente a nuevas dificultades financieras.
La decisión de la agencia culmina el proceso de revisión del sector abierto el pasado mes de agosto, que se ha saldado también con la confirmación de las notas de otros colosos de Wall Street como Bank of America, Citigroup, State Street Bank y Wells Fargo.
En el caso de los ocho grandes grupos bancarios examinados por Moody’s, la perspectiva de sus respectivas calificaciones de deuda es ‘estable’, lo que descarta el riesgo de nuevas bajadas de rating en el corto plazo.
En un comunicado, la agencia explicó que su decisión refleja «el fortalecimiento de las herramientas para liquidar entidades en EE.UU. a raíz del Acta Dodd-Frank Act, lo que afecta a la valoración de Moody’s respecto al apoyo del Gobierno de EEUU».
Robert Young, director gerente de Moody’s, ha afirmado que «Creemos que los reguladores bancarios de EE.UU. han realizado progresos considerables en establecer un marco creíble para liquidar grandes bancos que no sean viables». Asimismo, Young ha indicado que en caso de un futuro rescate a estas importantes entidades bancarias, el mismo se realizaría mediante ‘bail-in’, un sistema por el que las pérdidas sólo las cubren los propietarios de deuda, y no a través de fondos públicos, con lo que todo el peso recaería sobre los propios acreedores.