Ibercaja se ha planteado su salida a Bolsa en un plazo máximo de dos años, aunque la ley permitiría retrasar esta operación hasta finales de 2018, según ha informado Rodrigo Galán, director financiero de la entidad en una conferencia de prensa.
Eduardo Hernández, director territorial de la entidad en Castilla y León, ha recordado que Ibercaja es producto de la agrupación de entidades financieras de Zaragoza, Badajoz y Burgos, y ha considerado que la fusión está consolidada y el proceso de integración cerrado.
En este sentido, Hernández ha apuntado que no están previstos nuevos ajustes de plantilla ni cierre de oficinas, aunque tampoco aperturas de nuevas sucursales.
Por su parte, el director financiero ha considerado que Ibercaja tampoco aspira a nuevas agrupaciones con otras entidades, pese a ser un banco de tamaño medio que ocupa el octavo puesto en el sector bancario español.
Galán ha explicado que Ibercaja se guía en este momento por un plan estratégico que se puso en marcha el año pasado, tras la integración de las cuatro entidades que forman el grupo, y que marca una «clara vocación de continuar en solitario».
Junto al negocio financiero tradicional, los directivos de Ibercaja han presentado las seis filiales que se encargan de los negocios complementarios, desde seguros a planes de pensiones, operaciones de leasing o gestión de grandes patrimonios.
El grupo financiero de Ibercaja, según Galán, gestiona actualmente algo más de 24.000 millones de euros.