HSBC ha publicado un informe en el que se señala que la economía a nivel global se encuentra en franca recesión.
De acuerdo con los últimos datos disponibles, que corresponden al mes de junio, la caída interanual se ha incrementado hasta el 8,4%. En la entidad financiera señalan que “sólo encontramos descensos equivalentes en periodos de recesión”.
Para probar esta teoría, los analistas de HSBC han realizado un ajuste a dólares estadounidenses del PIB mundial y han observado su variación en el crecimiento. El análisis ha arrojado que el PIB mundial calculado en dólares ha entrado en terreno negativo al restar 1,37 billones de dólares (1.190 millones de euros), es decir, existe una contracción del 3,4%. Desde HSBC están de acuerdo en que el ajuste a dólares estadounidenses puede considerarse injusto por la fortaleza que posee la moneda estadounidense, aunque también es cierto que es la moneda usada como referente mundial.
En la entidad financiera destacan el impacto limitado que tienen los esfuerzos a nivel mundial por parte de los bancos centrales, fundamentalmente tanto en Europa como en Japón. Durante el último año, el Banco Central Europeo y el Banco de Japón han agregado cerca de 850.000 millones de dólares (742.980 millones de euros) a sus reservas. Debido a estos estímulos, divisas como el yen y el euro se han desgastado, pero los tipos de cambio más bajos no han impulsado un crecimiento tan grande en las exportaciones como para respaldar la teoría del impulso económico.
Queda claro que el impacto de los emergentes en el crecimiento mundial en dólares es sólo marginalmente negativa a pesar de la importante disminución que han sufrido los tipos de cambio reales.
HSBC señala que “la conclusión clave aquí es que las políticas de estímulo no han generado más valor de lo que han destruido”, haciendo énfasis en que esta recesión sería peor que la ocurrida en el año 2001.