La Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) estima una inflación del 1,5% en 2018, cifra que se ubica una décima por debajo del escenario central previsto con anterioridad, debido a que en las últimas semanas el precio del petróleo ha descendido hasta los 65 dólares y a que el euro se ha apreciado hasta los 1,25 dólares.
En su análisis, Funcas ha destacado que el retroceso de la inflación de cinco décimas en enero se explica «fundamentalmente» por la bajada del precio de la electricidad y, en menor medida, de los alimentos no elaborados.
En esta línea, ha apuntado que el resultado de enero ha sido el previsto, aunque con una «ligera» desviación al alza con respecto a lo esperado en los productos energéticos, pero que ha estado compensada por una desviación en el sentido contrario de los servicios.
Así, ha subrayado que como consecuencia del descenso del precio del petróleo en las últimas semanas se han revisado a la baja todas las previsiones para el resto del año.
En el escenario central, la inflación subirá en los próximos meses, tocará máximo anual en verano cerca del 2%, y volverá a retroceder hasta situarse en el 1,6% en diciembre.
En un escenario alternativo en el que el precio del petróleo se encarece hasta 80 dólares, la tasa de inflación media anual sería del 1,9%, con una interanual al final del año del 2,4%.
Por último en un escenario de descenso del precio del crudo hasta los 55 dólares, la tasa media anual de la inflación se situaría en el 1,1% y el interanual de diciembre en el 1%.
Semanas atrás, Funcas detalló que considera que las entidades financieras españolas adoptaron una estrategia «realista y de forma anticipada» en materia de provisiones para hacer frente a la crisis del coronavirus, después de dotar unos 6.000 millones de euros durante el primer trimestre del año.
Así lo pone de manifiesto Funcas en su Cuaderno de Información Económica número 276 sobre el ‘Despliegue histórico de medidas en la Unión Europea para paliar los efectos de la pandemia’ publicado este miércoles.
«Es importante tener en cuenta que los bancos españoles se han situado en una posición realista de forma anticipada, provisionando pérdidas esperadas de forma considerable en los resultados del primer trimestre», recoge el documento.