El banco italiano Monte dei Paschi di Siena, controlado en 68% por el Estado italiano, obtuvo un beneficio neto de 187,6 millones de euros en el primer trimestre del año, en contraste con las pérdidas de 169,2 millones de euros registradas en el mismo periodo del ejercicio precedente, informó la entidad, que tuvo que recibir ayudas públicas en 2017 para garantizar su supervivencia. Su acción ha llegado a subir casi un 13% a lo largo de la jornada.
La cifra de negocio del banco toscano, el más antiguo del mundo, puesto que sus orígenes se remontan a 1472, alcanzó entre enero y marzo un total de 876,8 millones de euros, un 6% por debajo de los ingresos contabilizados un año antes.
En concreto, los ingresos por intereses netos de la entidad sumaron 421,5 millones de euros, un 7,9% menos que en el primer trimestre de 2017, mientras los ingresos por comisiones cayeron un 4,6%, hasta 406,5 millones.
Al cierre del primer trimestre, la exposición neta de la entidad a activos problemáticos era de 13.300 millones de euros, lo que representa un descenso de 6.900 millones de euros en un año debido a las provisiones realizadas en 2017.
Por su parte, la ratio de capital básico CET1 experimentó en el trimestre un descenso de cuatro décimas, hasta el 14,4%, mientras la ratio de apalancamiento se situó en el 5,7%.
La entidad transalpina completó ayer la titulización para la venta de una cartera de préstamos morosos por valor de 24.100 millones de euros, con lo que ha obtenido la calificación crediticia de grado de inversión en el tramo senior, señalando que la transacción representa «un logro» entre los objetivos establecidos en su plan de reestructuración, anunciado el pasado 5 de julio de 2017.
Días atrás, el banco anunció unas pérdidas netas de 3.502,3 millones en 2017, un 8,1% más que los 3.241,1 millones de 2016.
La caída de los ingresos y las nuevas provisiones hunden el resultado del banco fundado en 1472 que fue rescatado por el Gobierno italiano en julio pasado con una inyección de 5.400 millones. Roma logró que la Comisión Europea le permitiera no quebrar la entidad y venderla —como se supone que exige la legislación vigente— por la presentación de un plan de reestructuración que prevé el recorte de 5.500 empleos, el 21,5% del total, así como el cierre de 600 sucursales, un 30%, hasta 2021.